La historia de “El Libro de la Selva” es mundialmente conocida, un niño que se cría en la naturaleza y conoce la civilización luego de haberse acostumbrado a vivir entre los animales en total armonía, pero pocos saben que hay algunos casos reales bastante parecidos y el que te venimos a contar hoy es uno de los más curiosas.
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El mito del “niño salvaje” es un tema bastante particular en varias culturas del mundo, pero este caso es bastante particular debido al origen de su protagonista, quien no fue abandonado y dejado a su suerte en la selva, sino que decidió por cuenta propia huir hacia el reino animal luego de haber sido víctima de múltiples abusos en manos humanas.
La increíble historia del “Mowgli de la vida real” y su vuelta a la civilización
Se trata de Zanziman Ellie, cuya historia se volvió muy popular en 2021 luego de que se estrenara en YouTube un documental que relataba la compleja vida que ha tenido, pues tuvo que huir de su hogar en Ruanda por la discriminación y abuso en su contra debido a su apariencia.
Ellie sufre de microcefalia, condición que causa que los bebés nazcan con la cabeza mucho más pequeña de lo normal. Esto hizo que se le negó el acceso a la educación al dudar de su inteligencia, por lo que él acabó huyendo a la selva.
Por suerte, habiendo recaudado fondos para cubrir los costos de asistir al Centro Comunitario de Ubumwe, Ruanda, el joven de 23 años está volviendo poco a poco a una vida normal en un entorno donde se le aprecia y gracias al canal Afrimax TV en YouTube, su progreso se ha hecho público.
Un nuevo comienzo para Zanziman Ellie
En el video más reciente sobre el “Mowgli de la vida real”, se puede ver cómo pone a prueba sus habilidades en la bicicleta para ir a la escuela y muchos resaltaron la felicidad que refleja su rostro, además de lo importante de la historia para entender el valor de las personas.
“Entre las lecciones importantes que ha aprendido está el saneamiento: cómo limpiarse, lavar su ropa, cepillarse los dientes. Él puede hacer esto muy bien por sí mismo ahora, y ya nadie lo ayuda a hacerlo” concluyó uno de sus profesores orgullosamente.