El cerumen que crece dentro de nuestros oídos tiene como función principal proteger al tímpano de cualquier partícula que logre introducirse por el conducto auditivo.
Esta cera, como también se le llama al cerumen, es segregada por las glándulas del canal auditivo para evitar la proliferación de bacterias en esta zona del cuerpo.
Cuando se acumula el cerumen, se endurece y es expulsado del canal de manera natural, pero no todo el tiempo ocurre eso, lo que provoca que se formen tapones en el conducto auditivo.
En este sentido, cuando se intenta limpiar los oídos con un hisopo, parte de la cera es hundida más en el canal, lo que contribuye a agrandar más el tapón que se va formando, motivo por el cual los médicos no recomiendan usarlos, más allá de limpiar la parte externa de la oreja.
¿Cómo puedes deshacerte de un tapón en el oído?
Si sientes que tienes un tapón de cera en tu oído, puedes emplear este simple truco para aflojarlo y expulsarlo fácilmente. Lo primero que vas a necesitar es un gotero que facilite la aplicación del producto.
Puedes emplear alguno de productos para ayudarte a aflojar el cerumen y expulsarlo de manera rápida y sencilla: aceite mineral, peróxido de carbamida, agua oxigenada, aceite de bebé y glicerina.
Solo necesitas unas pocas gotas, aplicarla en el canal auditivo y dejarlo actuar por unos 5 o 10 minutos. Durante este tiempo, tendrás que tener la cabeza de costado para que el líquido no se salga, luego deberás voltear la cabeza y esperar que el tapón caiga por gravedad.
Puedes aplicar más gotas si sientes que le hace falta un poco más para salir. Pero si no notas alguna diferencia, es decir, no sientes que el tapón se mueve, entonces, lo mejor será acudir con un médico experto para que lo remueva.