La llegada del verano a Argentina se anuncia con una advertencia preocupante: la posibilidad de enfrentar olas de calor extremo que podrían hacer del 2023 el año más caluroso registrado. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha lanzado una alerta basada en el aumento constante de las temperaturas, marcando octubre como un mes récord en este sentido.
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El cambio climático, impulsado por actividades humanas que emiten gases contaminantes, junto con el fenómeno de El Niño, contribuyen a este aumento térmico que amenaza con convertir el próximo verano en uno de los más calurosos de la historia argentina.
Toma las precauciones ante los climas extremos
La situación plantea riesgos significativos para la salud humana, ya que las olas de calor extremo pueden tener consecuencias graves. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) advierte que, durante los próximos tres meses, gran parte del país experimentará temperaturas por encima del promedio. Este pronóstico eleva la probabilidad de la formación de olas de calor, eventos meteorológicos extremos que pueden tener impactos devastadores en la salud de la población.
Las olas de calor no solo generan un aumento de las temperaturas diurnas, sino que también impiden que las temperaturas nocturnas desciendan, afectando la capacidad del cuerpo humano para recuperarse del calor extremo. Esto puede dar lugar a problemas de salud como golpes de calor, deshidratación y otros trastornos relacionados con el calor.
Ante esta situación, las autoridades y los ciudadanos deben prepararse para enfrentar condiciones climáticas adversas. Es crucial tomar medidas preventivas, como mantenerse hidratado, buscar lugares frescos durante las horas más calurosas y estar alerta a los síntomas de enfermedades relacionadas con el calor.
La realidad del cambio climático se hace evidente en pronósticos como este, destacando la necesidad urgente de abordar las emisiones de gases de efecto invernadero y tomar medidas para mitigar los impactos del calentamiento global. En este contexto, la información proporcionada por las instituciones meteorológicas se convierte en una herramienta valiosa para la preparación y la concienciación, recordándonos que la responsabilidad ambiental es clave para enfrentar los desafíos del clima en el futuro.
