Un video ha generado miles de reacciones en las plataformas digitales, generando indignación y repudio por parte de los usuarios en contra de quienes grabaron. Se trata de un joven que fue captado, mientras luchaba contra la corriente de un fuerte caudal en un río o quebrada. El hombre, identificado como Rodrigo, murió en el acto, ya que fue arrastrado por la corriente.
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El suceso fue el pasado 20 de octubre en el arroyo Culebreado de la localidad La Victoria, Catemaco Veracruz, México.
Según se aprecia en la grabación, en medio de su desesperada lucha por sobrevivir, logró sostenerse de un puente por breves momentos, intentando resistir la poderosa corriente que lo arrastraba. Sin embargo, el agua era tan intensa que pronto sus fuerzas se agotaron, y finalmente fue arrastrado por la corriente.
Mientras se observa al joven luchando por su vida, se escuchan en el video las voces y risas de fondo de varias mujeres, que grababan y que estaban a escasos metros de la escena.
Aunque tenían la posibilidad de intentar ayudar o al menos pedir asistencia, en el video se escuchan risas iniciales que luego se convierten en gritos de asombro y desesperación a medida que la situación se agravaba, pero no intervinieron.
Repudio masivo por grabar a alguien cuando moría
Quienes grababan, únicamente se enfocan en asegurar el video, pero no les importó moverse para ayudar al muchacho, pese a que estaban cerca de él, algo que generó un repudio masivo en las redes. Incluso, hay personas que afirman que deberían ir presas.
El video rápidamente se volvió viral, y las críticas no tardaron en aparecer. En redes sociales, usuarios expresaron su indignación al ver cómo las testigos decidieron grabar en lugar de auxiliar.
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Comentarios como “¿Por qué nadie intentó ayudar o pedir ayuda?” o “Ver cómo solo lo graban en vez de hacer algo es desesperante”, reflejaron el sentimiento generalizado de molestia e impotencia por la falta de acción.
Autoridades investigan
El medio El Imparcial de Oaxaca publicó que el cadáver de Rodrigo fue hallado dos días después del suceso, avivando el malestar colectivo en Veracruz.
El caso es investigado por la Fiscalía General del Estado (FGE), que maneja el delito de omisión de auxilio en base al artículo 155 del Código Penal de Veracruz, que establece que cualquier persona que sea testigo de una situación de peligro inminente y no preste auxilio o avise a las autoridades puede enfrentarse a penas de hasta tres años de prisión.
Es un delito ver a alguien en peligro y no ayudarlo. Si la persona puede ayudar y no lo hace, puede acarrear sanciones penales.