WASHINGTON (AP) — El número de personas en Estados Unidos que solicitaron ayuda por desempleo subió ligeramente la semana pasada, pero el total de quienes reciben las prestaciones siguió en su nivel más bajo en más de cincuenta años.
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Las solicitudes de pagos por desempleo subieron por 1.000, a 203.000 para la semana concluida el 7 de mayo, dijo el jueves el Departamento del Trabajo. Las solicitudes generalmente son un indicio de los despidos.
El promedio de solicitudes para cuatro semanas, que nivela algunos de los altibajos, subió 4.250, a 192.750.
El total de personas en el país que estaban recibiendo subsidios por desempleo la semana que concluyó el 30 de abril cayó por 44.000 respecto a la previa, a 1.343.000. Es la cifra más baja desde el 3 de enero de 1970.
Los trabajadores en Estados Unidos disfrutan de una seguridad laboral históricamente fuerte dos años después que la pandemia de coronavirus sumió el país en una breve, pero devastadora recesión. Las solicitudes semanales de ayuda por desempleo han estado consistentemente por debajo del promedio previo a la pandemia de 225.000 por casi todo el 2022, incluso cuando la economía en general se contrajo en el primer trimestre.
La semana pasada, el gobierno reportó que los empleadores del país añadieron 428.000 empleos en abril, lo que dejó la tasa de desempleo en 3,6%, apenas encima del nivel más bajo en medio siglo. Las ganancias en las contrataciones han sido sorprendentemente consistentes ante la peor inflación en cuatro décadas, con las empresas añadiendo al menos 400.000 empleos por 12 meses consecutivos.
Ese mes, el Buró de Estadísticas Laborales reportó que las empresas estadounidenses reportaron un récord de 11,5 millones de vacantes en marzo — un nivel sin precedentes de dos vacantes por cada desempleado. Un número récord de 4,5 millones de personas dejaron sus puestos en marzo — un indicio de que están confiadas en que pueden encontrar una oportunidad mejor.
Tan caliente como está el mercado laboral, la inflación lo está más. El jueves, el gobierno reportó que los precios al productor en Estados Unidos subieron 11% en abril respecto a un año antes, un considerable aumento que indica que la inflación seguirá siendo una carga para consumidores y negocios en los próximos meses.