PARÍS (AP) — Ante un público lleno de líderes mundiales y trajeados funcionarios de finanzas, la activista climática ugandesa Vanessa Nakate silenció a la sala y después hizo que todos escucharan varios datos incómodos.
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En una intervención en una cumbre de dos días dirigida a buscar fórmulas mejores de combatir problemas de cambio climático y pobreza reformulando el sistema financiero global, la embajadora de UNICEF y avista adoptó un tono solemne y pidió un momento de silencio.
Vestida de negro, Nakate dijo que el silencio era “por las personas en todo el mundo que ya sufren, pasan hambre, se ven desplazadas, abandonan la escuela, inician matrimonios infantiles forzosos, pierden su historia y su cultura, las que ya están impotentes, sin esperanza y mueren por el devastador impacto de la crisis climática”.
En declaraciones justo después del presidente de Francia, Emmanuel Macron, anfitrión de la cumbre, Nakate instó a los delegados a colocar a las personas por delante de los beneficios, hacer que los contaminantes paguen, cancelar deudas y dirigir el financiamiento climático a los países más vulnerables que no provocaron la crisis climática, al tiempo que se aseguran de que los combustibles fósiles no forman parte de su desarrollo.
“Deberían estar pensando en billones, no miles de millones”, dijo, en un discurso recalcado con numerosas estadísticas deprimentes sobre contaminación y la creciente desigualdad del mundo entre los ricos y los desfavorecidos.
Macron, por su parte, pidió una gran inversión en países en desarrollo y afirmó que ningún país debería tener que elegir entre “reducir la pobreza o proteger el planeta”.
La cumbre reúne a más de 50 jefes de estado, responsables internacionales de finanzas y activistas. Allí abordarán modos de reformar el sistema financiero global y abordar las crisis de pobreza, cambio climático y deuda.
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Macron pidió una “sacudida financiera” e insistió en la necesidad de más inversión tanto pública como privada, así como en el papel crucial de las instituciones internacionales.
“Al enfrentar estos desafíos al mismo tiempo -pobreza, clima y biodiversidad-, debemos invertir mucho más, y no estamos a la altura”, dijo.
Macron elogió la iniciativa del Fondo Monetario Internacional para asignar más fondos a países de bajos ingresos a través de Derechos Especiales de Giro, que son un activo de reserva del FMI que puede intercambiarse por divisas.
La Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero también se celebraba después de que la pandemia del COVID-19, la guerra en Ucrania y una crisis global de deuda provocaran un descenso en la esperanza de vida y un aumento de la pobreza en la mayoría de países del mundo, según reportó el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Los países en desarrollo han criticado un sistema anticuado en el que Estados Unidos, Europa, China y otras grandes economías que han causado la mayor parte del daño climático dejan a los países más pobres para lidiar por su cuenta con las consecuencias.
Uno de los temas claves a comentar en París era los cambios necesarios en la forma en la que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional prestan y conceden dinero a los países más vulnerables. Las dos instituciones han sido criticadas por no valorar el cambio climático en sus decisiones y estar dominadas por países ricos como Estados Unidos.
“El sistema financiero internacional está en crisis”, dijo el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres. Elogió la iniciativa de Derechos Especiales de Giro, pero criticó la forma en la que se asignan los fondos, con 160.000 millones de dólares asignados a la Unión Europea y 34.000 millones de dólares destinados a África.
“De media, un ciudadano europeo recibió casi 13 veces más que un ciudadano africano. Todo esto se hizo de acuerdo a las normas. Pero asumámoslo, estas normas se han vuelto profundamente inmorales”, afirmó.
La primera ministra de Barbados, Mia Mottley, propuso antes de la cumbre de París facilitar el acceso a financiación para países vulnerables al clima. Mottley y otros defensores del plan han alegado que los países en desarrollo se ven obligados a pagar tasas de interés tan altas que tienen problemas para financiar proyectos de adaptación como diques, iniciativas de energía limpia como huertas solares, o simplemente afrontar los pagos de préstamos ya existentes cuando se producen desastres agravados por el cambio climático.
Los activistas temían que las conversaciones no cumplieran las expectativas.
“El sistema financiero actual no necesita sólo un vendaje, necesita una intervención quirúrgica intensiva”, dijo Harjeet Singh, director de estrategia política global en Climate Action Network International.
“Hay algunas buenas ideas sobre la mesa”, señaló, “pero debo mencionar que en realidad no llegan lo bastante lejos”.
Los organizadores franceses recalcaron que la cumbre de París no tiene mandato para tomar decisiones formales, aunque aspira a dar un fuerte espaldarazo político a temas claves que se abordarán en próximas conferencias climáticas y otras reuniones internacionales. Macron, sin embargo, recalcó que la cumbre debería ofrecer “soluciones muy concretas” y prometió ofrecer una lista de propuestas que debería ir acompañada de un mecanismo para monitorear los progresos.
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El periodista de AP Oleg Cetinic en París contribuyó a este despacho.
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