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El "tirano traidor" de 'Ricardo III' llega al Teatro Valle-Inclán en lengua de signos

La obra 'Ricardo III', una adaptación del texto de Shakespeare a cargo de Magda Labarga y dirigida por Marco Paiva, se estrenará el próximo viernes 6 de octubre en el Teatro Valle-Inclán con una interpretación en lengua de signos española y portuguesa, con un elenco mixto de ambos países y sobretítulos en castellano.

Una escena de la obra 'Ricardo III' CDN

MADRID, 4 (EUROPA PRESS)

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La actriz Ángela Ibáñez interpreta el papel de Ricardo, acompañada por David Blanco, María José López, Marta Sales, Vasco Seromenho y Tony Weaver, quienes se desdoblan en diversos personajes para dar vida a la trama shakespeariana que presenta a un villano que ha pasado a la historia "por su amoralidad al servicio de la ambición de poder".

"Utilizamos las estrategias de la traición y la manipulación para obtener un poder absoluto, para poner al público en el lugar de los personajes traicionados por Ricardo III, quitándoles poco a poco los códigos habituales del teatro, sustituyéndolos por otras gramáticas", ha señalado el responsable de la propuesta, Marco Paiva.

"Transformamos el asesinato de Ricardo III en la posibilidad del renacimiento de un teatro más diverso, atento y en diálogo con otras lenguas y lenguajes", ha añadido.

Magda Labarga, autora de la adaptación, ha calificado el montaje como "una experiencia sensorial". "Además de la pertinencia y la actualidad del personaje de Ricardo -su manipulación del discurso, su despliegue de propaganda al servicio de sus propios intereses- el público se va a encontrar con un Shakespeare extraño y hermoso", ha explicado la autora.

Paiva, director portugués con más de dos décadas de trabajo en el campo de la cultura accesible y las prácticas artísticas inclusivas, afirma encontrar en los clásicos "un espejo de la humanidad". "Apuesto por traerlos a la contemporaneidad a través de diversos lenguajes para cuestionar el lugar que ocupa el teatro hoy", ha indicado.

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En esta ocasión, la lengua de signos responde a dos propósitos que marcan su línea de trabajo: por un lado, el de "explorar las posibilidades artísticas de los diversos lenguajes y gramáticas y, por el otro, "la intención de dar representatividad a la diversidad.

De este modo, Paiva entiende la propuesta como "un Ricardo III político, poético y accesible" con el que buscar que "la diversidad, la accesibilidad, trasciendan al debate público y político". "Que los espectadores, al salir del teatro, se pregunten por qué no saben lengua de signos, o por qué para una persona sorda es tan difícil la comunicación en el espacio público", ha concluido.

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