LAS VEGAS (AP) — Max Verstappen detestó cada aspecto del Gran Premio de Las Vegas desde el momento que desembarcó en la Ciudad del Pecado. El reinante tricampeón de la Fórmula Uno encontró los excesos y opulencia opacaban la competencia.
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Cambió de tonada — literalmente — tras ganar el sábado su 18va carrera de la temporada al adelantar a Charles Leclerc en un gran premio que resultó ser uno de los más competitivos de la temporada pese a un inicio desastroso del llamativo y costoso evento.
“¡Viva Las Vegas! ¡Viva Las Vegas!”, coreó el piloto neerlandés de Red Bull al pasar junto a la bandera ondeada por Justin Bieber. Verstappen había criticado la carrera en todas las ocasiones que tuvo, pero corrió con un traje inspirado en Elvis y se llevó la victoria en el Strip de Las Vegas, una famosa zona de hoteles y casinos en la ciudad.
“Espero que todo el mundo pudo disfrutarla, nosotros lo hemos hecho. Encantado de poder volver el año próximo y tratar de hacer algo similar”, dijo Verstappen, quien revirtió su postura sobre todo el espectáculo en Las Vegas.
“Fue una carrera divertida. La disfruté”, remató.
Era la tercera carrera de la temporada en Estados Unidos, más que cualquier otro país, impulsada por la F1 y el grupo al que pertenece, Liberty Media. Pero el evento fue criticado, especialmente por Verstappen.
Los boletos eran caros, los hoteles a lo largo de la famosa Strip subieron sus precios y el elemento deportivo de la 21ra carrera de la temporada quedó en un segundo plano, relegado por temas como celebridades, actuaciones musicales, una sucesión de personas disfrazadas de Elvis que pasaban por el recinto y una capilla de bodas donde se casó esta semana el excampeón de la F1 Jacques Villeneuve.
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Liberty esperaba gastar 500 millones de dólares en el primer gran premio que impulsó por iniciativa propia, pero las especulaciones en el paddock antes de la carrera del sábado eran que Liberty había rebasado con creces su presupuesto. Todo estuvo a punto de desmoronarse a los nueve minutos de la primera sesión de entrenamientos, cuando Carlos Sainz Jr. pasó sobre una alcantarilla en la pista que causó graves daños en su Ferrari, y hubo que cerrar el circuito de 6,2 kilómetros (3,85 millas) que utilizaba una gran parte del Strip, para revisarlo.
Los aficionados se vieron obligados a marcharse 1:30 de la madrugada del jueves tras presenciar apenas nueve minutos de actividad. La segunda práctica comenzó a las 2:30 de la mañana y duró hasta las 4 de la madrugada, y la F1 sólo ofreció 200 dólares en créditos en su tienda de productos oficiales a los titulares de boletos que sólo hubieran comprado el acceso para el jueves. El viernes se presentó una demanda colectiva contra el Gran Premio de Las Vegas.
Eso hizo crucial para la F1 ofrecer una buena carrera el sábado por la noche, y aunque fue la sexta victoria consecutiva de Verstappen, fue uno de los eventos más animados de la temporada.
Leclerc y su compañero Sainz quedaron primero y segundo el viernes, pero Sainz recibió una sanción de 10 puestos en la grilla de largada porque Ferrari se vio obligada a cambiar de auto por los daños provocados por la tapa de alcantarilla. Eso dejó a Verstappen segundo en la salida, aunque no tardó en ponerse en cabeza.
El holandés obligó a Leclerc a salir de la pista al adelantarle, y aunque Leclerc reclamó que se forzara a Verstappen a devolver la posición, sólo se le impuso una sanción de cinco segundos. La cumplió durante una parada posterior, pero su Red Bull era tan potente que se mantuvo en la pugna toda la carrera.
Leclerc adelantó al mexicano Sergio Pérez para ponerse en cabeza a falta de 17 vueltas, y tres vueltas después Verstappen adelantó a su compañero para colocarse segundo. Él y Pérez colaboraron para que Verstappen pudiera alcanzar a Leclerc a 13 vueltas del final.
Pérez había conseguido ponerse en segunda posición, pero Leclerc la recuperó al final y negó a Red Bull su séptimo podio 1-2 de la temporada.
“Tenía muchas ganas de ganar”, se lamentó Leclerc. “Pero qué carrera. Sinceramente, no queda nada".
Aun así, Lewis Hamilton terminó séptimo, Pérez prácticamente se aseguró el segundo puesto por detrás de Verstappen en la clasificación general.
Verstappen, Leclerc y Perez fueron conducidos en limusina al podio.
“Vamos directos al club nocturno”, dijo Verstappen a sus compañeros de podio durante el paseo.
Leclerc ayudó a Ferrari a recortar a cuatro puntos la distancia con Mercedes en el campeonado de escuderías antes de la final de la semana que viene en Abu Dabi.
Lando Norris, de McLaren, se vio implicado en un accidente al inicio y fue trasladado a un hospital local por precaución.