ABIYÁN, Costa de Marfil (AP) — El país sede aguanta la respiración.
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Costa de Marfil está cerca de conseguir un inverosímil tercer título de la Copa Africana de Naciones, pero primero necesitan continuar su increíble racha venciendo el domingo a Nigeria, un viejo rival.
Las Súper Águilas confían que podrán conquistar su cuarto título continental. El técnico portugués José Peseiro reconstruyó la plantilla y convirtió la defensa en una unidad estable, además el equipo tendrá a Victor Osimhen, Jugador Africano del Año, liderando al ataque y atormentado a la defensa marfileña.
Por su parte, los locales están nerviosos, pero emocionados y confían que podrán conseguir el triunfo. Jóvenes y gente mayor portaban camisetas con el distintivo naranja de la selección y las calles de Abiyán fueron adoradas con banderas, que también cuelgan de los automóviles, motocicletas y camiones.
Algunos incluso creen que Dios está de lado de Costa Marfil debido a su increíble camino a la final.
Nigeria ya venció al equipo local 1-0 en la fase de grupos, gracias a un penal en la parte complementaria del capitán William Troost-Ekong.
Este fue el primero de cuatro duelos en los que las Super Águilas no concedieron ningún gol —una racha que llegó a su fin con el penal de último minuto de Teboho Mokoena de Sudáfrica y que obligó a que se disputara el tiempo extra. El portero Stanley Nwabali despejó dos tiros en la ronda de penales y con lo que Nigeria confirmó su lugar en la siguiente ronda.
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La tensión y drama en la semifinal fue demasiado para algunos aficionados nigerianos y el equipo sostuvo un minuto de silencio el jueves en honor a cinco seguidores que fallecieron durante el partido.
Osimhen suma sólo un gol en el torneo, pero no es por no intentarlo. Al delantero del Napoli le han anulado tres goles y ha inspirado la actuación de su equipo.
La derrota de Costa de Marfil ante Nigeria en la fase de grupos sólo fue el inicio de los problemas del equipo local. El equipo perdió de manera humillante 4-0 con Guinea Ecuatorial en el siguiente encuentro y este resultado los dejó cerca de una humillante salida en la fase de grupos.
La Federación respondió despidiendo al entrenador Jean-Louis Gasset días después, horas antes de que el equipo lograra avanzar gracias a otros resultados en su grupo.
Entonces, la Federación que había colocado al asistente de Gasset, Emerse Faé como seleccionador interino, intentó reemplazarlo y le pidió la Federación de Francia que si les prestaba al entrenador de la selección femenina Hevré Renard el resto del torneo. Los franceses se rehusaron aunque Renard estaba dispuesto.
La montaña rusa de emociones de Costa de Marfil continuó entre triunfos y desolación en el duelo de octavos ante Senegal, el mejor encuentro del equipo en el torneo. Senegal se fue al frente al cuarto minuto, pero Franck Kessié empató al 86 con un penal y los Elefantes terminaron ganando en la ronda de penales.
En cuartos hubo más drama ante Mali, después de que expulsaron a un jugador marfileño y sus rivales se fue arriba gracias a un gol al 71 de Nene Dorgeles, quien nació en Costa de Marfil, pero representa a Mali. Simon Adingra anotó de último minuto y otra vez tuvieron que disputar tiempo extra. Oumar Diakité anotó en el tiempo añadido del tiempo extra para que llegaran a la semifinal.
Sébastien Haller, quien se recuperó de una lesión en el tobillo anotó y envió a su equipo a la final con la victoria 1-0 ante Congo.