SAINT PETERSBURG, Florida, EE.UU. (AP) — Las bancas se vaciaron al final de la séptima entrada del juego del sábado entre los Azulejos y los Rays cuando el lanzador de Toronto Génesis Cabrera se enfrascó en una discusión con José Caballero y empujó al campocorto de Tampa Bay.
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Los ánimos se encendieron después de que Caballero, quien conectó un sencillo con toque para impulsar una carrera, recorrió las bases gracias a un error de tiro del antesalista Justin Turner pero fue puesto out en tercera base con tiro del jardinero derecho George Springer al campocorto Bo Bichette.
Cabrera y Caballero se toparon al concluir la jugada e intercambiaron palabras. El relevista dominicano de los Azulejos empujó al jugador panameño del cuadro, provocando que sus compañeros salieran de cada dugout.
Nadie lanzó golpes.
“Vi la pelota en el bullpen y comencé a correr. El coach me hizo señas para que fuera a tercera. Cuando llegué vi que Bichette ya tenía la pelota, así que me entregué. Me freno y Cabrera sale de la nada y me toca. Pero no hay jugada, ya estoy fuera”, dijo Caballero. “Solo le pregunté, ¿por qué me empujaste? No dijo una palabra. Simplemente se me acercó y me empujó de nuevo”.
La confrontación se produjo dos entradas después de que Randy Arozarena de los Rays celebró su jonrón solitario besando su bate y haciendo su pose clásica con los brazos cruzados. El cubano nacionalizado mexicano firmó autógrafos para los fanáticos después de regresar al dugout.
Cabrera fue expulsado.
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“Diré que fue más bien el calor del momento”, dijo el lanzador visitante. “Quiero decir, creo que todos reaccionamos un poco exageradamente. Él me miró y yo simplemente reaccioné. A veces es parte del juego, pero se acabó. Ahí es donde termina”.
El manager de Tampa Bay, Kevin Cash, piensa que Caballero manejó bien la situación al no hacer nada que intensificara la confrontación.
“Ningún equipo dejó que las cosas se salieran de control”, dijo Cash.
El manager de los Azulejos, John Schneider, estuvo de acuerdo.
“Todos lo manejaron muy bien, los umpires, ellos y nosotros”, dijo Schneider. “Fue una de esas cosas que simplemente sucedieron, hubo advertencias y todos estuvieron de acuerdo con eso”.