En 1997, Omar Bin Omran, de 17 años, uno de nueve hijos, desapareció mientras se dirigía a una escuela vocacional en la ciudad de Djelfa.
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Se inició una búsqueda que involucró al perro de la familia, el cual supuestamente fue envenenado por el captor luego de que comenzó a detectar el olor de Omar cerca de donde realmente se encontraba cautivo.
Al final, su familia creyó que había muerto durante la brutal guerra civil entre el gobierno argelino y los grupos rebeldes islamistas.
La realidad, sin embargo, era mucho más desgarradora y cercana. Omar fue encontrado a sólo 200 metros de la residencia de su familia, debajo de un montón de heno en un sótano, donde había estado cautivo en secreto durante 27 años.
El avance del caso se produjo cuando el hermano del captor de Omar, en medio de una disputa familiar por la herencia, reveló su presencia.
Rescate de Omar
Esta revelación condujo a un dramático rescate el 12 de mayo, capturado en imágenes virales que muestran a Omar confundido mirando hacia arriba mientras la luz de las antorchas de los buscadores atraviesa la oscuridad del pozo donde lo mantenían.
Desde entonces, las autoridades arrestaron al captor de 61 años, un funcionario público que aparentemente mantuvo una fachada de normalidad mientras albergaba un oscuro secreto.
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Las autoridades han prometido que el “autor de este atroz crimen” será juzgado con “severidad”.
Los medios de comunicación argelinos han informado que Omar no pudo pedir ayuda durante años debido a un hechizo que supuestamente le había lanzado su presunto secuestrador.
Desafortunadamente, la madre de Omar falleció en 2013 y nunca supo la verdad sobre la situación de su hijo. Se informa que Omar se enteró de la muerte de su madre mientras aún estaba en cautiverio.
Omar, que ahora tiene 45 años, está recibiendo atención psicológica para ayudarle a recuperarse de esta terrible experiencia.
