PARÍS (AP) — Iga Swiatek brindó una explicación muy sencilla sobre el por qué le rogó al Abierto de Francia que no pongan a jugar en las sesiones nocturnas, las cuales suelen pasar más allá de la medianoche.
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“Prefiero dormir normalmente”, dijo la número uno del tenis femenino.
Poder cuadrar una agenda adecuada no es nada fácil en los torneos de Grand Slam en estos tiempos, ya sea por los jugadores o los que van a verles.
Los tenistas en actividad, los jugadores retirados y todos los que administran el deporte están de acuerdo que no es bueno jugar hasta la madrugada. Es algo que pasa reiteradamente.
El más reciente ejemplo sucedió con la victoria en cinco sets del campeón defensor Novak Djokovic en Roland Garros ante Lorenzo Musetti, un duelo que empezó a las 10:30 de la noche del sábado en París y culminó hasta después de las 3 de la madrugada el domingo.
No es nada agradable para los jugadores. Tampoco para los aficionados en el sitio o los que siguen el torneo desde lejos. Ni para los empleados en el estadio o los jueces.
¿El mayor problema? Nadie se pone de acuerdo en cuanto a una solución
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“Es algo complicado", comentó Coco Gauff.
“Pero no cabe duda que por la salud y bienestar de los jugadores, lo mejor para el tenis es evitar que estos partidos tengan este tipo de horas”, añadió la reinante campeona del Abierto de Estados Unidos el domingo. “Obviamente no puedes controlar la hora que terminarán".
Algunos abogan por una hora límite en cada uno de los cuatro grandes, como lo hace Wimbledon a las 11 de la noche. Otros sostienen que eso no es práctico para la televisión o para los jugadores que prefieren acabar lo que comenzaron.
Otros proponen iniciar la sesión diurna antes de las 11 de la noche o al mediodía en los estadios principales. Pero hay quienes dicen que los jugadores no quieren estar en una cancha por la mañana, cuando hay escasa actividad deportiva, algo que los espectadores y organizadores también objetarían.
Se ha sugerido jugar al mejor de tres en vez de cinco entre los hombres, aunque otros sostienen que el formato largo genera más drama y es esencial para preservar la mística de los Slams.
Durante este Roland Garros, que comenzó el 26 de mayo y acaba el 9 de junio, el clima ha sido un dolor de cabeza. Ha llovido en cinco días seguidos, incluyendo el sábado, trastocando la programación.
“Hay muchísimos factores que inciden en esto. Las soluciones son difíciles, porque hay que pensar en todos”, indicó Jim Courier, quien conquistó dos de sus cuatro Slams en el Abierto de Francia a inicios de la década de los 90. “Elige tu fórmula. No hay una buena respuesta cuando llueve tanto como ha ocurrido”.
Fue lo que hizo que el Djokovic vs. Musetti empezara tan tarde en la noche, pues fue precedido por otro partido de tercera ronda que debió completarse el viernes y acabó en la cancha Philippe Chatrier para aprovechar su techo retráctil.
“Algunas cosas debieron manejarse de otra manera", dijo Djokovic, quien a sus 37 años procura estirar a 25 su récord de títulos de Grand Slam.
El grupo que el astro serbio ayudó a fundar para defender los derechos de sus colegas, la Asociación Profesional de Tenis (PTPA), ha tratado de llamar la atención a ponerle fin a partidos tan tarde.
“Es algo que tiene que ver con la salud del jugador. También es un asunto que afecta a los aficionados y espectadores”, dijo Ahmad Nassar, el director ejecutivo de la PTPA. "Es una cuestión de representación.
Las giras de la WTA y la ATP advirtieron en enero que la cantidad de partidos que culminan después de medianoche “se ha disparado considerablemente en años recientes”, forzándoles a probar medidas sobre los horarios.
Pero eso no aplican a los Slams.
“Individualmente, todos estudiamos nuestro torneos y analizamos la duración de los partidos. ¿Es algo realmente grave? Hay excepciones todo el tiempo. Hay que seguir estudiándolo y buscar soluciones creativas. Pero si existieran soluciones fáciles y obvias, ya todos nos hubiéramos puesto de acuerdo”, apuntó Lew Sheer, el presidente de la Federación Estadounidense de Tenis, que organiza el US Open.
“Si podemos hacer ciertos ajustes, es algo que vamos a considerar", añadió Sheer. “Pero no creo que tendremos algo definitivo este año”.