WASHINGTON (AP) — El FBI acordó pagar más de 22 millones de dólares para resolver una demanda colectiva que alega que reclutas fueron seleccionadas para ser despedidas en el entrenamiento y acosadas rutinariamente por instructores con comentarios de índole sexual sobre el tamaño de sus senos, falsas acusaciones de infidelidad y la necesidad de tomar anticonceptivos “para controlar sus estados de ánimo”.
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El pago a 34 mujeres despedidas de la academia de entrenamiento del FBI en Quantico, Virginia, aún sujeto a la aprobación de un juez federal, se ubicará entre los mayores acuerdos de demandas en la historia de la oficina.
“Estos problemas son generalizados dentro del FBI y las actitudes que los crearon se aprendieron en la academia”, dijo David J. Shaffer, el abogado de las mujeres. “Este caso generará cambios importantes en estas actitudes”.
Presentada en 2019, la demanda sostiene que las reclutas fueron sometidas a un entorno de trabajo hostil en que se las juzgaba con más dureza que a sus compañeros masculinos y se les “discriminaba excesivamente para su corrección y despido en situaciones tácticas por la falta de juicio percibida” y los criterios subjetivos de “idoneidad”.
Una de las mujeres dijo que la amonestaron para que “sonriera más” y la sometieron a repetidas insinuaciones sexuales. Otra dijo que un instructor la miraba de reojo y le miraba el pecho, “a veces mientras se lamía los labios”.
“A través de la tolerancia pasiva”, dice la demanda, “el FBI ha permitido intencionalmente que la Vieja Red del Buen Chico florezca sin restricciones en la Academia del FBI”.
El FBI no ha emitido comentarios de momento sobre el acuerdo. Muchas de las acusaciones de la demanda se confirmaron en un informe interno del organismo de control de 2022. Los hombres constituyen alrededor de tres cuartas partes de los agentes especiales de la oficina, a pesar de los esfuerzos por diversificarse en los últimos años.
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Entre las disposiciones del acuerdo estaba que el FBI ofrecerá a las demandantes la oportunidad de continuar su entrenamiento para convertirse en agentes y una “colocación garantizada”, para aquellas que aprueben, en una de sus tres oficinas de campo preferidas. La oficina también acordó una revisión por parte de expertos externos que trabajarán para garantizar que las mujeres contratadas enfrenten un proceso de evaluación justo.
Algunas de las mujeres han cambiado de carrera, dijo Shaffer, y agregó que “el FBI se ha privado de un talento realmente excepcional”.
Paula Bird, una de las demandantes principales en el caso que ahora es abogada, dijo que si bien la experiencia ha sido “desilusionante”, estaba “complacida de que este acuerdo traiga una medida de justicia a las mujeres que fueron despedidas injustamente”.
La demanda se produjo en medio de una oleada de acusaciones de conducta sexual inapropiada dentro de la oficina, incluyendo varias contra altos funcionarios del FBI identificados en una investigación de The Associated Press que dejaron silenciosamente la oficina con todos los beneficios incluso después que las acusaciones en su contra fueron corroboradas. Esas afirmaciones iban desde tocamientos no deseados e insinuaciones hasta coerción. En un caso, un subdirector del FBI se retiró luego que la oficina del inspector general concluyó que acosó a una subordinada y buscó una relación inapropiada con ella.
En respuesta a los informes de la AP, el FBI anunció una serie de reformas, incluida una línea de información las 24 horas del día, los 7 días de la semana, con la intención de adoptar una postura más dura contra los agentes que hayan cometido mala conducta y ayudar a los acusadores.
Hace menos de seis meses, el Departamento de Justicia anunció un acuerdo de 138,7 millones de dólares con más de 100 personas que acusaron al FBI de manejar mal las denundias de agresión sexual contra el médico deportivo Larry Nassar.