VALDOSTA, Georgia, EE.UU. (AP) — Donald Trump difundió falsedades en repetidas ocasiones sobre la respuesta federal a la devastación causada por el huracán Helene a pesar de que aseguró el lunes que no politizaba la catástrofe.
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A su llegada a Valdosta para un recorrido de las zonas afectadas en el sur de Georgia, el exmandatario y candidato presidencial afirmó que el presidente Joe Biden estaba “durmiendo” y no le respondía al gobernador de Georgia, Brian Kemp, de quien dijo que ha estado “llamando al presidente y no ha sido capaz de hablar con él”. Repitió estas afirmaciones más tarde durante un acto con la prensa, después de que se le informó que Kemp había dicho que ya había hablado con Biden.
“Está mintiendo, y el gobernador le dijo que estaba mintiendo”, afirmó Biden el lunes.
La Casa Blanca anunció previamente que Biden habló por teléfono el domingo por la noche con Kemp y con el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, así como con Scott Matheson, alcalde de Valdosta, Georgia, y el director de Manejo de Emergencias de Florida, John Louk. Kemp confirmó la mañana del lunes que había tenido una conversación con Biden la noche anterior.
“El presidente me llamó ayer por la tarde, perdí su llamada y me comuniqué con él de inmediato y me dijo: ’Oye, ¿qué necesitas?'. Le dije, ya sabe, tenemos lo que necesitamos, trabajaremos a través del proceso federal”, afirmó Kemp. “Me dijo que si necesitábamos algo más le llamara directamente, cosa que agradezco”.
Además de convertirse en crisis humanitarias, las catástrofes naturales pueden significar pruebas políticas para los funcionarios electos, en particular en las últimas semanas de una campaña presidencial en la que algunos de los estados más disputados son también algunos de los más afectados, como Carolina del Norte y Georgia. En los últimos días, Trump ha aprovechado la devastación provocada por Helene para atacar a la vicepresidenta Kamala Harris, la candidata demócrata, e insinuar que ella y Biden están haciendo política con la tormenta, algo de lo que se le acusó a él cuando era presidente.
Mientras la Casa Blanca destacaba las llamadas telefónicas de Biden a Kemp y otros funcionarios, el el presidente enfrentaba cuestionamientos sobre su decisión de pasar el fin de semana en su casa de playa en Delaware, en lugar de quedarse en la Casa Blanca para vigilar la tormenta.
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“Estaba al mando”, dijo Biden a los periodistas después de un breve comunicado en la Casa Blanca sobre la respuesta del gobierno federal. “Ayer estuve al teléfono durante al menos dos horas y el día anterior también. Estuve al mando. Se llama teléfono”.
Biden recibió frecuentes actualizaciones sobre la tormenta, aseguró la Casa Blanca, al igual que Harris a bordo del avión de la vicepresidencia mientras realizaba una gira de campaña por la costa eeste. La vicepresidenta acortó su viaje de campaña el lunes para regresar a Washington para una sesión informativa de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA por sus siglas en inglés).
En su plataforma de redes sociales, Trump también afirmó el lunes, sin presentar pruebas, que el gobierno federal y el gobernador de Carolina del Norte estaban “haciendo todo lo posible para no ayudar a la gente en zonas republicanas”. Asheville, una localidad que quedó devastada por la tormenta, es una comunidad marcadamente demócrata, al igual que gran parte del condado de Buncombe.
El paso de Helene ha dejado más de un centenar de muertos en Estados Unidos, y algunos de los peores daños han sido por las inundaciones en zonas de Carolina del Norte alejadas de las costas.
Biden dijo que viajará a Carolina del Norte el miércoles para presenciar la magnitud de los daños, pero que limitará su presencia para no distraer la atención de los actuales esfuerzos de recuperación.
En su discurso del lunes en la sede de la FEMA, Harris afirmó que ha recibido informes constantes sobre la respuesta al desastre, incluso de la directora de agencia Deanne Criswell, y que ha hablado con Kemp y Cooper en las últimas 24 horas.
“Les he compartido que haremos todo lo que esté en nuestras manos para ayudar a las comunidades a responder y recuperarse”, indicó. “Y he compartido con ellos que planeo estar sobre el terreno lo antes posible sin interrumpir ninguna operación de respuesta de emergencia”.
Cuando se le preguntó si su visita podría ser interpretada como politizar la catástrofe, frunció el ceño y negó con la cabeza, pero no respondió.