Tener brazos y hombros fuertes, no sólo nos hace ver atractivos, sino que también nos ayuda para las actividades diarias y para hacer deporte.
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Hombres y mujeres disfrutan tener estas partes de su cuerpo bien tonificadas, algo que es posible con una buena rutina de ejercicios.
En las siguientes líneas, te presentamos varias técnicas para ejercitar tus brazos y hombros:
Planchas
No sólo fortalece tus brazos, sino también el abdomen, los glúteos, la espalda y las piernas. Trabaja gran parte del cuerpo, ya que hay un esfuerzo con el peso corporal. Debes durar con la plancha un mínimo de 20 segundos.
Press de hombros
Es un ejercicio que trabaja principalmente los deltoides anteriores, explica StrengthLog que precisa que también involucra los tríceps y los músculos del manguito rotador.
Elevaciones laterales
Trabaja los deltoides laterales. Por ello, ayuda a que los hombros se vean más amplios.
Press de banca
StrengthLog dice que aunque este es un ejercicio de pecho, también trabaja los deltoides anteriores y los tríceps.
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Curl de bíceps
Es un excelente ejercicio para desarrollar los bíceps braquiales, que es uno de los principales músculos del brazo, reseñó Set For Set.
Extensiones de tríceps
Está centrado en los tríceps braquiales que son los músculos más grandes en la parte posterior del brazo.
Las técnicas de ejercicios ya expuestas son muy efectivas para fortalecer los brazos y los hombros. Recuerda que para ver resultados, hay que ser perseverante y hacerlos de forma correcta.
Si no estás acostumbrado a hacer ejercicio de peso, puedes comenzar de manera sutil, con lo que tu cuerpo pueda soportar e ir aumentando la dificultad poco a poco. Un entrenador puede ayudarte, guiándote sobre cómo comenzar.
Toma en cuenta que para que los músculos crezcan fuertes, hay que tener una alimentación balanceada, rica en proteína, frutas y vegetales.
Bebe abundante agua. Estar bien hidratado te ayudará en tu rutina de ejercicios. Además, debes calentar antes de iniciar para evitar lesiones.
Con estos tips, ya sólo queda de ti poner manos a la obra, o mejor dicho: poner brazos y hombros a la obra.
No importa qué edad tengas, si tienes voluntad, seguramente podrás hacerlo. Tampoco importa si no comienzas de inmediato con una intensidad fuerte, puedes arrancar de forma leve e ir incrementando la dificultad en el proceso. Lo fundamental es que comiences.
